El Ácido Hialurónico ayuda a recuperar, delinear y definir el contorno de los labios, tratar las comisuras, alisar las arrugas a su alrededor, dar sostén a las líneas de marioneta y restaurar suavemente el volumen dándole un aspecto natural a pómulos y mejillas.
En la batalla contra los signos del envejecimiento, hoy el foco está puesto en mantener en pie las estructuras que dan soporte al rostro y asegurar su volumen. Los rellenos estéticos son los que cumplen esa función. Actualmente los especialistas se inclinan por el ácido hialurónico.
El ácido hialurónico es creado naturalmente por el organismo, esta sustancia se encuentra en nuestra piel y tiene la capacidad de retener gran cantidad de agua y aportar hidratación y volumen. Funciona como vehículo transportador de nutrientes y, externamente, confiere a la piel un aspecto más suave e hidratado. Sin embargo, con el proceso de envejecimiento, esta sustancia se degrada y el organismo disminuye su capacidad de reponerla. El resultado es la pérdida de volumen, el contorno facial y la aparición de arrugas estáticas que otorgan al rostro una apariencia envejecida y cansada.
Al tacto, es un gel de consistencia suave, lo que trae resultados más naturales y reduce la hinchazón del procedimiento. Además, está formulado con lidocaína, lo que reduce la molestia de la inyección. Es un producto con altísima maleabilidad, seguro, aprobado por las distintas agencias regulatorias del mundo, con inflamación casi nula, larga duración, y que, por ejemplo, deja una suavidad en los tejidos idéntica a la estructura normal de un labio.
- Aplicación en los labios
Comunes a otras zonas de la cara, los factores que colaboran en el proceso de envejecimiento también dejan su marca en los labios. El sol, la mala hidratación o nula hidratación con productos específicos o vivir en áreas áridas y secas son algunos de los motivos que pueden hacer que nuestros labios se vean poco turgentes.
Pero fue un descubrimiento del Dr. Rod Rohrich, Profesor y Director del Departamento de Cirugía Plástica del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, el que dio un vuelco al tratamiento de la pérdida de volumen en esa área de la cara. Rohrich reveló que, además de la estructura ósea, los músculos y la piel que dan forma a un rostro, existen las almohadillas grasas –presentes también en el labio superior e inferior– que terminan de definir un rostro turgente, juvenil y saludable.
Con el paso del tiempo, estas bolsas adiposas sufren una atrofia progresiva y pierden su volumen con el consiguiente desinflado facial. Por esa razón comienzan entonces los primero efectos de pérdida de turgencia y luminosidad. Luego sigue el deterioro del delineado de los labios, junto con la caída de esas dos prominencias verticales que van del labio a la nariz. Hay estructuras ajenas al labio que le dan vida y proyección, y esta es la arcada dentaria, sobre la cual se apoya el labio. En caso de mujeres con falta de piezas dentarias, aunque tengan fundas, o implantes, se nota un aceleramiento de la pérdida del volumen óseo, que es la estructura que le brinda soporte a los labios.
Consiste en la reposición del volumen labial con la aplicación de ácido hialurónico, tanto en términos de tejidos profundos, como también en cuanto a la pérdida del espesor de la propia piel, causante fundamental de las arrugas peribucales.
- Aplicación en el contorno facial.
Muchas veces nombrado, pero pocas veces explicado, el contorno facial es el reborde mandibular que define la cara de cada persona. Pómulos, mejillas y mentón crean un conjunto que se va desdibujando en el proceso de envejecimiento.
En la juventud, este contorno está bien marcado pero después de los 35-40 años comienza a producirse una depresión a los lados del mentón como consecuencia del descenso de los tejidos de las mejillas. El producto de relleno capaz de devolver ese volumen perdido puede ser aplicado debajo de la piel para brindar sostén a los tejidos. Se realiza en consulta en menos de 10 minutos. El procedimiento no es doloroso y permite una rápida reinserción en la actividad habitual.
- Arrugas de marioneta o peribucales.
A partir de los 30 años comienzan a evidenciarse cambios en las características de la piel, y entre los 40 y los 50 es notoria la formación de arrugas y la pérdida de volumen en el rostro.
El mecanismo de producción de las arrugas estáticas como las peribucales, también llamadas de marioneta, sucede porque, con el paso del tiempo, se hacen más lentos los mecanismos celulares de la piel por lo que disminuye la formación del colágeno, elastina y del ácido hialurónico, responsable de retener agua, dar volumen, firmeza a la piel y estimular la fabricación de nuevo colágeno. Además de los efectos de la gravedad, la dinámica de los músculos de la mímica, el tabaco, el cafe, la mala nutrición e hidratación y la exposición al sol serían responsables del 80% del envejecimiento cutáneo. Asimismo, se observa una reabsorción ósea y flacidez.
El ácido hialurónico se absorbe completamente con el paso del tiempo. La duración del efecto varía de 9 a 18 meses, según la concentración. Razón por la que en poco tiempo se convirtió en el favorito a la hora de tensar y dar volumen.
- Inyectable y natural.
¿Cómo actúa? Relajando los músculos responsables de las arrugas dinámicas, como las líneas del entrecejo, las patas de gallo, las de la frente, el borde de la nariz o el mentón. Esta relajación es reversible y, al cabo de unos meses, comienza otra vez a actuar el músculo. Si bien no hay una edad propicia para realizar este tratamiento, las estadísticas indican que el promedio es de 40 años.